¡No es tan fácil ser niño! (fragmento)Obra: ¡No es tan fácil ser niño! | Autor: Pilar Lozano Carbayo | Tipo de texto: Narrativo | Etapa: Primaria | Lecturas: 1960
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Soy hijo único. Así que muchos fines de semana, cuando salgo con mis padres, no tengo con quién jugar y me paso un montón de tiempo escuchando conversaciones de mayores que o no me interesan o no entiendo. O las dos cosas a la vez, que ni me interesan ni entiendo. Es lo que me sucedía el primer sábado después de las vacaciones de verano. Allí estaba yo, comiéndome una pizza en mi restaurante preferido del centro comercial preferido de mi madre. Mi padre charlaba muy animado contando a sus amigos una conversación que había escuchado a dos mujeres en el metro, camino del trabajo: —No sé si se dice «problemas» o «poblemas». ¿Lo sabes tú? —Sí, es muy sencillo. «Problemas» son los de matemáticas y «poblemas» son los que tenemos tú y yo. La anécdota provocó la carcajada de los cuatro adultos con los que compartía mesa. El quinto era yo, que no entendí muy bien por qué se reían. No me importaba. En veinte minutos empezaba la sesión de cine con la tercera parte…, sí, la tercera, ¡y el hombre araña tan ágil como siempre!… Me encantan los sábados por la tarde con peliculón, bolsa supergigante de palomitas crujientes y refresco bien frío… La película no me defraudó. Nada más llegar a casa, cogí mi móvil y le mandé un mensaje a mi amigo Carlos: «spdman 3 mola» Su respuesta fue inmediata: «aki sin strenar m gstria star n Madrid cntigo» Y es que Carlos es mi mejor amigo desde la guardería y este año se ha ido con su familia a Zamora, una ciudad tan pequeña, me dice, que casi no tiene ni cines. Pero eso no es lo más grave. Lo peor es que nos echamos mucho de menos. ¿Eso sería un problema o un «poblema»? Le pregunté a mi padre y me dijo que era difícil para un niño comprender el «intríngulis del asunto» y que «ya te enseñará la vida». Y me enseñó. Porque enseñarte la vida quiere decir que te pasan cosas que te hacen entender. Fue quince días más tarde, de vuelta a casa desde el colegio, cuando comprendí perfectamente la diferencia entre problema y «poblema». Me di cuenta de que YO también tenía varios problemas y un «poblema». Los primeros eran problemas de Matemáticas y pensaba solucionarlos al llegar a casa. El segundo, el único que me preocupaba, no tenía ni idea de cómo resolverlo. |